¿Cuándo conviene demandar para nulidad de una asamblea de condominio y cuándo no?

En el mundo condominal, las asambleas son el corazón del gobierno común. Es ahí donde se toman decisiones que afectan tanto a las finanzas del condominio como a la vida diaria de sus habitantes. Sin embargo, no todas las asambleas son válidas, y cuando se cometen irregularidades, surge la tentación de impugnarlas judicialmente. Pero, ¿realmente siempre conviene demandar?

Lo primero que debe entenderse es que impugnar una asamblea no debe ser un acto impulsivo. No basta con decir “no estuve de acuerdo” o “no me gustó el resultado”. Para que una nulidad proceda, debe haber una violación real y demostrable de derechos. No se trata de anular por anular, sino de restituir un derecho afectado. Esa es la diferencia entre litigar con estrategia o solo pelear por orgullo.

No cometas este error

Un error común es pensar que al anular una asamblea ya se “ganó” el pleito. Pero la realidad es que, salvo que logres modificar el equilibrio de fuerzas dentro del condominio, simplemente volverán a convocar una nueva asamblea, repetirán los acuerdos y te volverán a ganar por mayoría. Y entonces, ¿de qué sirvió la demanda?

Por eso, hay que entender que la clave en los condominios no es litigar, sino construir mayoría. Las decisiones se toman por votos, no por sentencias. Puedes tener la razón jurídica, pero si estás solo, tarde o temprano volverás a perder. Por eso, antes de pensar en demandar, la prioridad debe ser construir comunidad, convencer a otros condóminos, organizarse.

Analiza a fondo los derechos violentados y piensa en el futuro

Ahora bien, hay momentos en que sí es conveniente demandar. Por ejemplo, cuando te niegan el uso de tu unidad, te imponen una multa sin audiencia previa, te excluyen de una asamblea pese a estar al corriente, o aprueban obras que afectan tu propiedad exclusiva sin tu consentimiento. Ahí ya no hablamos de una diferencia de opiniones, sino de la afectación directa de un derecho, y el juicio puede tener como efecto la restitución de ese derecho, no solo la nulidad formal.

También es válido demandar si se aprobó un reglamento contrario a la ley, si se falsificaron firmas, o si se ocultó información clave para manipular la votación. Pero aún en esos casos, el objetivo no debe ser solo tirar la asamblea: debe ser evitar que el acto violatorio se repita, y eso solo se logra si en el juicio se obtiene una sentencia que impida reincidir, por ejemplo, con medidas cautelares o declarativas de derechos.

En contraste, si el único motivo para demandar es que no te gustó la cuota aprobada, pero estuviste presente y votaste en contra sin lograr mayoría, es mejor enfocarse en la próxima asamblea, organizar a tus vecinos y plantear la reducción con mejores argumentos. La demanda en ese caso solo generará desgaste, costos y posiblemente más división entre condóminos.

El juicio es el último recurso

Recuerda que el juicio no es el fin, sino un medio. Antes de llegar ahí, agota todos los canales internos: solicita aclaraciones por escrito, pide asambleas extraordinarias, documenta los hechos, y solo cuando veas que te han cerrado la puerta y te han lesionado un derecho fundamental, entonces sí, procede legalmente.

En Legal Condo te podemos orientar en ambos escenarios. No solo te ayudamos a litigar, sino a tomar decisiones inteligentes: cuándo pelear, cuándo negociar, y sobre todo, cómo construir una mayoría que te respalde. Porque, al final del día, en el régimen de propiedad en condominio, la mayoría lo es todo.

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