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La organización y realización de asambleas en un condominio son fundamentales para su operación y convivencia armónica. Estas deben llevarse a cabo respetando tanto la ley como el reglamento o estatutos internos del condominio. Aunque a veces pueden surgir discrepancias entre la normativa legal y los estatutos, es crucial interpretarlos de manera que no se perjudique a los integrantes de la comunidad ni se infrinjan derechos humanos.

Generalmente, en cada asamblea se designa, como mínimo, a un presidente y un secretario. El presidente tiene la responsabilidad de guiar la asamblea hacia la toma de decisiones siguiendo el orden del día, evitando desviaciones hacia temas no contemplados y fomentando siempre la conciliación y el acuerdo. El secretario, por su parte, se encarga de redactar la minuta de la reunión. En algunos casos, también se requiere la figura de los escrutadores, quienes cuentan los votos. Es crucial que estas personas, elegidas al inicio de la asamblea, se comprometan a firmar la minuta de acuerdos. Sin su firma, el condominio podría enfrentar dificultades legales, como la imposibilidad de ejecutar el cobro de cuotas a morosos o la falta de representatividad legal de los administradores o comité de vigilancia.

Para prevenir situaciones donde los intereses personales prevalezcan sobre el bien común, es esencial seleccionar a personas comprometidas con el beneficio colectivo para los roles de presidente, secretario y escrutadores. En algunos casos, puede ser conveniente contratar servicios profesionales, como los de un abogado, que aseguren la correcta redacción de la minuta y ofrezcan asesoramiento durante la asamblea para tomar decisiones informadas. Esta asesoría profesional puede ser decisiva para encaminar al condominio hacia la armonía y el cumplimiento de las obligaciones legales.

Fomentar una cultura de cumplimiento no solo puede ahorrarle millones al condominio, sino también recuperar montos significativos al exigir legalmente el cumplimiento de los deberes acordados por los condóminos. La transparencia, el orden y la prevención de la corrupción son pilares que sostienen el buen funcionamiento de cualquier comunidad condominal, asegurando un ambiente de respeto y equidad para todos sus miembros.

La implementación de mecanismos claros y justos durante las asambleas, así como la elección de representantes comprometidos con el bienestar común, son fundamentales para el desarrollo positivo y sostenible de la vida en condominio. Así, se construye una base sólida para la resolución de conflictos, la toma de decisiones equitativa y la promoción de un entorno comunitario saludable y justo.

La celebración de tus asambleas no tiene que ser una pesadilla.

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